Washington, D.C. — Un brote de listeria relacionado con sándwiches y bocadillos listos para comer ha provocado al menos 10 casos de enfermedad grave en Estados Unidos, informaron autoridades federales. Los productos implicados fueron elaborados por Fresh & Ready Foods LLC, compañía que ahora ha iniciado un retiro voluntario de decenas de artículos distribuidos en tiendas, hospitales, hoteles, aeropuertos y aerolíneas.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informaron que los productos fueron distribuidos en los estados de Arizona, California, Nevada y Washington, y que las personas afectadas —todas hospitalizadas— se encontraban en California y Nevada. El brote no es reciente: se han rastreado casos hasta diciembre de 2023, lo que sugiere una propagación silenciosa de varios meses.
Más de 80 productos retirados del mercado
El retiro abarca más de 80 productos específicos vendidos entre el 18 y el 25 de abril de 2025, con fechas de caducidad entre el 22 de abril y el 19 de mayo. Las marcas afectadas incluyen Fresh & Ready Foods, City Point Market Fresh Food to Go y Fresh Take Crave Away.
Las autoridades sanitarias piden a los consumidores revisar sus refrigeradores y desechar o devolver cualquier producto relacionado. También recomiendan desinfectar superficies que hayan estado en contacto con estos alimentos, debido a la alta resistencia de la bacteria.
¿Qué es la listeria y por qué es peligrosa?
La listeriosis es causada por la bacteria Listeria monocytogenes, un microorganismo que puede sobrevivir y multiplicarse incluso en refrigeración. La infección puede causar síntomas leves como fiebre y diarrea, pero en personas vulnerables —como ancianos, embarazadas, inmunocomprometidos y bebés— puede derivar en cuadros severos e incluso letales.
Según los CDC, cada año se registran alrededor de 1,600 casos de listeriosis en Estados Unidos, de los cuales unos 260 resultan fatales.
¿Cómo protegerse?
Cocinar los alimentos hasta una temperatura interna de 74 °C (hasta que estén “humeantes”) puede eliminar la bacteria, pero esto no siempre es posible con productos diseñados para consumirse fríos.
Por ello, los CDC insisten en la limpieza minuciosa de refrigeradores, estantes y utensilios que puedan haber estado en contacto con los alimentos retirados, así como en evitar el consumo de productos potencialmente contaminados.