Por: Ende Negro
Lo que antes fueron fiestas, alegrías y vestidos del mismo color, verde de preferencia. Hoy, esta fotografía -como las que se tomaban felices al falso y trillado «te quiero amigui eres lo mejor»- esculpe a detalle su realidad: rostros adustos, incómodos y molestos. Bellos relajados, sin duda, hoy no.
Los labios -que antes emitían «que chingona eres amiga»- se aprietan en cada sílaba interna del «soy más chingona que tu»… «…Amiga…».
La compañía pasó de ser como antes a lo que es ahora:
La cara de la rivalidad, la soberbia y el ego femenino.
Así es como luce el Poder Legislativo desde la trinchera de las representantes del avergonzado PAN y del incierto, aparente o falso PRI.
En donde con chismeril rubor se habla de que Aranza y Yola se disputan el «¿a ver quién puede más?», cuando en realidad ambas no pueden y ni tienen fuerza absolutamente de nada en el Congreso del Estado.
Para eso están los que se encuentran frente a ellas en la foto… y no precisamente quien la toma… rostros que sonríen maliciosamente, el de ellas -juntas- ya ni eso.