San Luis Potosí, SLP.- A un año de la elección constitucional, donde de se eligió a José Ricardo Gallardo Cardona como Gobernador del Estado, no hubo festejo, no se destapó champaña, ni se lanzaron fuegos de artificio. Se quedó en casa, a disfrutar un domingo en familia.
Se guardó silencio respetuoso sobre la aplastante victoria electoral que la coalición PVEM-PT le propinó a su similar del PAN, PRI, PRD y PCP un 5 de junio, pero del 2021.
Ese día, murió políticamente la «última carta» del Partido Acción Nacional (PAN), el «último titán», César Octavio Pedroza Gaitán, derrotado por el joven político Ricardo Gallardo, que se convirtió en un fenómeno electoral y que acabó con la posibilidad más acabada que el blanquiazul tenía para ganar.
Ricardo Gallardo Cardona, de la coalición PVEM-PT, Juntos Hacemos Historia, obtuvo 458,156 sufragios, que representan el 37.70% del total de la votación válida emitida.
Le siguió el llamado «candidato a vencer», César Octavio Pedroza Gaitán, postulado de la coalición Si, por San Luis, integrada por el PAN, PRI, PRD, PCP, quién logró 400,273 votos, que significaron el 32.9%.
Muy atrás la ex secretaria de Salud, postulada por Morena, Mónica Liliana Rangel Martínez, de Morena, que alcanzó 139,243 sufragios y que le permitió llegar a un 11.46% del total de la votación.
Y en cuarto lugar quedó José Luis Romero Calzada, el llamado «Tekmol», de RSP, con 105,870 votos, con apenas el 8.7 por ciento de la votación total.
La elección, que fue impugnada por Pedroza Gaitán, utilizando el débil argumento del rebase del tope de campaña, fue calificada el 22 de septiembre del 2021 por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), y dejó firme la sentencia del Tribunal Estatal Electoral de San Luis Potosí, dónde dio como ganador a Gallardo Cardona.
La declaratoria de validez de la elección por parte del Tribunal Electoral Federal, cayó como un balde de agua fría a la Coalición Sí, por San Luis y a su candidato Octavio Pedroza, quienes se quedaron ya sin instancia superior alguna a la cual recurrir, para impugnar los comicios.
Gallardo se convertiría en el Gobernador de San Luis Potosí para el período del 26 de septiembre de 2021 al 25 de septiembre del 2027.
Todos, a sumarse
La noche del Domingo 5 de junio de 2021, se convirtió en un besamanos para el virtual candidato triunfante, a la postre Gobernador Electo, Ricardo Gallardo, porque desfilaron en su búnker de campaña sus antes rivales José Luis Romero Calzada, de RSP; Arturo Segoviano, candidato Independiente; Adrián Esper Cárdenas, de Encuentro Social; Francisco Javier Rico Ávalos, de Nueva Alianza; y, Juan Carlos Machinena Morales, de Fuerza por México.
Tres días después, el miércoles 8 de Junio, lo haría finalmente la Doctora Mónica Rangel, candidata de Morena, en un cónclave celebrado en la casa de vinos del Conrad Hilton Tower. Ahí se cerró el último capítulo de reconocimiento y legitimidad del triunfo Gallardista.
El círculo estaba cerrado. Octavio fue el último en reconocer su derrota.
Lo hizo una semana después, el domingo 12 de junio, en una conferencia de prensa junto a los líderes de los partidos coaligados en un salón del Hotel NH, en Carranza. No reconocía el triunfo de Gallardo, pero aceptó que los resultados electorales no estaban a su favor.
Aunque siguió impugnando el proceso, cada instancia le asestaba un nuevo revés, una nueva desilusión, una nueva desesperanza.
«Tenía que seguir con el Manual, con el proceso de defensa», dijo en alguna entrevista posterior.
Una campaña exitosa
Una gran parte del secreto del triunfo para Ricardo Gallardo fue una estrategia política y de alcance popular exitosa, basada en un engagement indestructible.
Desde dos años antes, el movimiento político que se llamó «La Gallardía», comenzó a expandirse a todos los rincones del Estado, con acciones sociales, integración de Comités de Base, entrega de apoyos y operación política, reuniendo liderazgos añejos provenientes de otros partidos, pero con arrastré popular.
También, fue clave la entrega de apoyos sociales como las despensas, brigadas multidisciplinarias, cítricos para prevenir enfermedades de vías respiratorias, huevo, incluso como parte de la prevención de Covid-19, reparto de Kits con gel antibacterial, cubre bocas y jabón.
Un punto aparte fue el impulso desde Alcaldías y diputaciones ganadas, espacios logrados bajo las siglas del PRD inicialmente, y que posteriormente se hizo bajo el cobijo del Partido Verde, que arropó a la Gallardía con toda su fuerza, potenciando la inercia que ya traía en la entidad.
La salida de Ricardo Gallardo del Partido del Sol Azteca fue toral para el éxito, porque además de dejar la coordinación del Grupo Parlamentario en San Lázaro, en dónde era Diputado Federal, también renunció a 17 años de militancia amarilla.
No vio condiciones de crecimiento personal y vio también un PRD acabado, agotado y sin fuerza para llegar a consolidar su proyecto personal.
Era momento de iniciar la «Ola Verde».
Además de la estrategia social, de formación de cuadros, de operación política, se puso en marcha un plan para desarticular al PAN: quitarle sus cuadros más logrados, sus líderes de opinión y la primera
pieza del ajedrez que movieron con ayuda de la dirigencia nacional, fue atraer a la panista Sonia Mendoza Díaz, excandidata a la gubernatura del Estado.
Ella tenía cuentas pendientes con Octavio Pedroza… Y era tiempo de cobrar afrentas.
Y en un efecto dominó, fueron cayendo fichas azules para formar parte del tablero verde.
Con ese movimiento político y social, aunado a un manejo pulcro de redes sociales, la manipulación hábil de los debates, las alianzas con una gran cantidad de medios de comunicación fueron consolidado un triunfo cercano, que se convirtió en la gran derrota para Acción Nacional y en el inicio de una nueva estrategia para el Partido Verde Ecologista de México, incluso que está en vías de ser replicada a nivel nacional.
Sin duda, el éxito en campaña, la estrategia política, el manejo de medios, la formación de cuadros, el control de las redes sociales, y un manejo discursivo similar al logrado por Andrés Manuel López Obrador en la campaña presidencial, son parte del Manual de Campaña, el Libro Rojo, la Carpeta Púrpura que trajo bajo el brazo Ricardo Gallardo y que hoy lo tienen como uno de los gobernadores con mayor crecimiento entre los mandatarios del País.